Al fin lo entendí, mi amor.

Un día lo entendí. Mi amor.

Entendí por qué nunca podríamos prosperar en el futuro. 

Entendí por qué durante tantos años nunca pudimos superarlo.

Entendí por qué te atormentaba pensar que algún día volvería a suceder.

Entendí por qué siempre buscabas protegerme y no permitir que se acercara nadie más a mi.

Entendí por qué me amaste tanto que no querías perderme.

Entendí que realmente me amabas y por eso te costaba no confiar, temías volver a perderme como aquella vez...

Lo entendí, mi amor, porque yo tampoco podría perdonarte que me hicieras aquello que, sin querer, yo te hice también. 

Y lo peor de todo... es que ese será nuestro eterno tormento.